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La base de un cultivo exitoso está en las semillas de marihuana de buena calidad; de nada valen todos los cuidados posteriores si utilizas semillas cuya calidad no esté garantizada. Toma en cuenta que adquirir buenas semillas no significa gastar mucho dinero, sino que puedes conseguir excelentes semillas a precios accesibles, como las que conseguimos en Cultiva Con Alegría para todos vosotros, negociando precios y solicitando grandes cantidades a los bancos de semillas.
El cannabis es una planta generalmente dioica, es decir que las flores femeninas y las masculinas se hallan en diferentes plantas (dioica quiere decir, precisamente, “dos casas”). A los cultivadores de marihuana os interesan especialmente las plantas femeninas, ya que sólo éstas proporcionan los cogollos, ricos en resina, que contienen las sustancias activas de la planta. Por eso se han popularizado las semillas feminizadas, que producen un alto porcentaje de plantas femeninas, pero para obtener un buen cultivo y evitar la aparición de plantas masculinas, es necesario tomar algunos cuidados especiales:
En 1924 se clasificó un híbrido de la cannabis: cannabis ruderalis, una variedad silvestre originaria de Rusia. Es de tamaño pequeño, crecimiento rápido y poco contenido en THC, pero al combinarla con la cannabis sativa e índica se lograron las mejores características de cada especie junto con una floración independiente de los ciclos de luz-oscuridad.
Para obtener estas plantas debes utilizar las llamadas semillas autoflorecientes: aproximadamente a los dos meses de la aparición de los brotes ya tendrás plantas completamente florecidas y al ser de ciclo corto y resistentes al frío, puedes cultivarlas durante todo el año y si además utilizas las semillas autoflorecientes feminizadas, los resultados serán incomparables.
Resumiendo, las ventajas de las semillas autoflorecientes a partir de su ciclo corto son: